Aunque tiendan a confundirse y aunque estén directamente relacionados, lo cierto es que diseño web y desarrollo web no son lo mismo. Y no solo es que se trate de campos diferentes, sino que conviene tener muy claro en qué se centra cada uno antes de solicitar un servicio relacionado con la creación de páginas web.

El éxito depende de los dos

Cuando una página tiene un buen alcance no es fruto de la casualidad. Detrás hay un enorme trabajo tanto en diseño web como en desarrollo web. Si uno falla, irremediablemente, el otro acabará también cayendo. Por eso es esencial prestar atención a ambos, aunque uno de ellos sea mucho más visible que el otro.

Es como un reloj: si la maquinaria no funciona bien, la hora no será la correcta y de poco servirá que sea el reloj más bonito del mundo. Este símil puede ayudar a comprender mejor las diferencias entre diseño web y desarrollo web. El primero, de manera muy esquemática, se centra en la parte “visual” de la página, mientras que el segundo sería el engranaje que hace que sea realmente funcional.

Sí es cierto que, dependiendo del tipo de página, uno u otro puede tener mayor peso, pero eso no significa descuidar el otro apartado. Así por ejemplo, en una página corporativa, la imagen -el diseño web- cobra mayor relevancia para atraer interés. Pero también debe ser funcional.

Mientras, en un ecommerce, es ese engranaje -el desarrollo- el que debe estar perfectamente construido para que el negocio funcione y se pueda controlar cada uno de los apartados. Pero sin un diseño adecuado, no se atraerá la atención de los usuarios.

Las bases del diseño web

El diseño web es la imagen, pero es mucho más. Debe ser atractivo, cierto, pero también implica aspectos tan importantes como la usabilidad, el posicionamiento o la experiencia del usuario. En él entran en juego aspectos como los colores corporativos, el logo o la imagen de marca.

El objetivo primero del diseño web es atraer al usuario, pero una vez conseguido, debe facilitar la navegación por la página para evitar que abandone y que las tasas de conversión caigan en picado. Por eso cobran especial importancia las imágenes, la tipografía y la organización.

En cualquier caso, el diseño web debe reflejar siempre el espíritu de la marca o el negocio, y para ello cualquier recurso es válido, siempre que se sepa utilizar con inteligencia. Un mal diseño puede hundir cualquier objetivo planteado.

El desarrollo web

Es un campo muy complejo. El desarrollo web es el que da forma a las funcionalidades de la página a través de diferentes lenguajes de programación. Facilita que se pueda interactuar con la página, que se puedan realizar en ella las diferentes acciones previstas. Y estas llegan a ser muy variadas, desde todo lo relacionado con la gestión de un comercio online a la gestión de contenidos o uso de bases de datos.

Es el desarrollo web el que permite que el sitio desarrolle sin problemas todas sus utilidades y que los usuarios puedan navegar y realizar acciones en él. También es el que se anticipa a posibles errores o fallos en la página y plantea soluciones.

Por lo tanto, diseño web y desarrollo web, aunque deban caminar de la mano, no son lo mismo. Y tampoco se encargan de ellos los mismos profesionales. Tener estas diferencias claras es fundamental para entender por qué a veces no se puede realizar un trabajo sin contar con ambas cuestiones.

En Ateinco somos especialistas tanto en diseño web como en desarrollo web. Nos encargamos de todo el proceso de creación de la web de tu empresa, para que nada falle y tu negocio pueda destacar en Internet.